
Si
ustedes son cariñosos y saludan tan sólo a sus parientes y amigos ¿En qué se
diferencian de los demás? Hasta los ateos proceden así.
Miren esa
lluvia ¿Acaso el Padre hace discriminación, regando los campos de los buenos, y
dejando áridos los campos de los blasfemos e ingratos? Él no guarda rencor ni
toma venganza. Devuelve bien por mal y envía indistintamente la lluvia benéfica
sobre los unos y los otros. Sean como El, y se llamarán hijos benditos del Padre celestial.
-"sube conmigo", Ignacio Larrañaga
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