En Génesis 22, 1-18 podremos ver la narración del momento en el cual Abrahán recibe la orden divina de sacrificar a su único hijo para ofrecerlo a su Dios. El centro del relato no es el mandato de Dios, ni la actitud obediente de Abrahán; el punto culminante de la narración está en la orden divina de no tocar al niño (No hacerle daño) en el v.12. Abrahán toma conciencia así de que está ante un Dios de vida, que no quiere ni exige sacrificios humanos.
Pues aqui veo el gran amor de Dios hacia nosotros , que aunque tengamos momentos difíciles el siempre esta con nosotros,que a Dios no le gusta vernos sufrir.
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